A veces nos queda alguna pieza de pan despues de merendar y al dia siguiente decimos: *"Este pan está duro"* y es muy probable que sí lo esté, pero pensado en ello y en una gran reflexión de *Wilder Hernandez* (Psicólogo destacado) hoy quiero compartir esta frase contigo: *"El pan no está duro... duro es no tener pan"*
Parece mentira, pero *somos especialistas en quejarnos*, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo.
*"El pan no está duro... duro es no tener pan"*
¿Qué quiere decir esto? Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo. Que tener el auto dañado no es duro, duro es no tener un auto. Que por tener el auto dañado y tener que caminar a tomar el micro eso es duro, no!, eso no es duro, duro es no tener piernas, duro es no poder caminar.
Comer arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida. Perder la causa en algún problema familiar no es duro, duro (y creeme que muy duro!) es perder un familiar.
Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras.
*Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos*.
Hoy es un buen día para DAR GRACIAS A DIOS por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien. "Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos"
viernes, 8 de septiembre de 2017
sábado, 26 de agosto de 2017
Tomar mis propias deciones
Duro trabajo pero muy necesario para seguir. Ser yo misma en toda la expresión del concepto.
miércoles, 16 de agosto de 2017
DECIDI SER FELIZ
Hoy, he decidido que quiero ser
feliz, que cada mañana al despertar me tengo que decir que quiero ser mejor
persona de lo que fui ayer. Quiero ser un poco egoísta y pensar en mí,
quiero decir no cuando realmente no quiero, quiero decir lo que
pienso y no lo que el otro quiere escuchar, quiero dar mi opinión aunque duela, pero sentir que mi alma y mi conciencia cada noche se va a
dormir tranquila.
Todo esto me llevará a ser una mejor
persona, una persona que quiere ser feliz,
consecuente con sus pensamientos, sincera con su corazón, honesta con su alma y
libre de los miedos de su mente.
Pasé varios días de mi vida (para no
decir todos, tal vez) haciendo de todo para hacer sentir bien al resto. Para
que mi familia, mis amigos, mis compañeros, hasta esa persona que sólo conocía
desde hace dos días, se sintiera cómoda y feliz.
Por
primera vez en la vida dejaré de hacer las cosas por el resto y las haré por mí
martes, 15 de agosto de 2017
DIFERENCIA ENTRE HOMBRES Y MUJERES (imperdible)
Pilar Sordo, psicologa e investigadora chilena
Habla de su libro VIVA LA DIFERENCIA
Conferencia
en Mar del Plata, en el Teatro Guemes.
Charla sobre la diferencia entre hombres
y Mujeres.
ESTOY MUY ESTRESADA, QUISIERA LARGAR TODO Y SALIR CORRIENDO
Por Alejandra Stamateas
Todas las mujeres hemos vivido situaciones frente a las cuales quisimos salir corriendo porque sentimos que nos superaban, que no teníamos la capacidad para hallar soluciones. A diferencia del hombre, que frente a una amenaza ataca o huye, la mujer se interpone para proteger: cuando alguien quiere atacar nosotras nos quedamos en el medio, nos interponemos entre el atacante y lo que estamos defendiendo. Cada situación en la que tuvimos que interponernos para detener un ataque queda grabada en nuestra memoria, entonces, cuando percibimos alguna señal de que nos puede pasar algo parecido, volvemos a estar alertas. No sabemos si eso está ocurriendo o no, pero nuestro sistema de alerta ya está activado. Recordamos lo que sucedió en el pasado y volvemos a sentir toda la ansiedad y la angustia de aquel momento. Entonces, decidimos que no nos vamos a quedar quietas defendiendo, esta vez vamos a huir. Y la manera que tenemos las mujeres de huir es a través de la ansiedad. La ansiedad, los ataques de pánico son una manera de salir corriendo frente a una alarma que se enciende dentro de nosotras. Aunque ahora no hay peligro, hacemos una asociación con otra situación parecida del pasado, y como el miedo quedó grabado, la alarma se nos activa de todos modos.
Ahora, bien, ¿qué podés hacer frente a esto?
1. Cada vez que te venga una crisis de ansiedad, pensá que todo se debe a que en el pasado viviste alguna situación parecida y ahora temés que vuelva a repetirse. Date cuenta que estás adelantándote a algo que no ocurre y ni siquiera sabés si va a ocurrir, y así, podrás entender que no hay motivo para que se te dispare la ansiedad.
2. Confiá en que podés resolver ese y cualquier otro problema que llegue a tu vida. ¡Tenés capacidad y potencial para hacerlo!
3. Buscá una red de apoyo, gente que te ayude a que no te protejas más de una herida que no tiene nada que ver con tu presente.
2. Confiá en que podés resolver ese y cualquier otro problema que llegue a tu vida. ¡Tenés capacidad y potencial para hacerlo!
3. Buscá una red de apoyo, gente que te ayude a que no te protejas más de una herida que no tiene nada que ver con tu presente.
Querida mujer, ya no vivas en el pasado; no permitas que un enemigo imaginario te deje encadenada al dolor, impedida de crecer y ser feliz. Sos una mujer adulta, sabia, que aprendió de las experiencias y que está capacitada para resolver todos los problemas que se le presenten.
ME DI CUENTA QUE SOY HUMANA
Fue cuando necesite ayuda, pero ayuda de verdad, no la ayuda que pedimos cuando debemos poner la mesa para el almuerzo o la ayuda que pedimos cuando algo se nos cae del otro lado del muro y no podemos alcanzarlo. Nooooo esa ayuda no, la que necesite fue la ayuda desesperada por levantarme y seguir, recuperarme y continuar con mi vida. Muchos cercanos se ofrecieron para darme una mano, pero no era la mano que necesitaba.
Fue difícil encontrar la ayuda, pero la encontré, tanto la busque que la encontré y aunque aun no estoy del todo bien, hora me doy cuenta que soy humana.
Un día cualquiera del 2017, perdí el control de todo y no supe que hacer, entonces sentí que me moría. Que ya nada se podía hacer si ya nada controlaba nada podía hacer.
Fin del cuento. Me detectaron estres cervical, tuve vértigos, mareos, nauseas, pánico, ansiedad y luego llego èl, el fantasma... el pozo depresivo.
Pero no me dejè vencer y aquí estoy luchando día a día por encontrar el sentido de todo y por entender el porque de todos. Y así me siento mejor.
Aunque a veces creo que esta caída me incapacitò, sigo peleando por cumplir mis sueños, todos aquellos que tenia antes de perder el rumbo, todos aquellos que quizá se complotaron y me dejaron sin fuerzas.
Pero veanme, no les tengo miedo, por el contrario tengo fortaleza para seguirlos cada día y trabajar para ir lográndolos de a poquito.
Serà lo que Dios tenga para mî
Fue difícil encontrar la ayuda, pero la encontré, tanto la busque que la encontré y aunque aun no estoy del todo bien, hora me doy cuenta que soy humana.
Un día cualquiera del 2017, perdí el control de todo y no supe que hacer, entonces sentí que me moría. Que ya nada se podía hacer si ya nada controlaba nada podía hacer.
Fin del cuento. Me detectaron estres cervical, tuve vértigos, mareos, nauseas, pánico, ansiedad y luego llego èl, el fantasma... el pozo depresivo.
Pero no me dejè vencer y aquí estoy luchando día a día por encontrar el sentido de todo y por entender el porque de todos. Y así me siento mejor.
Aunque a veces creo que esta caída me incapacitò, sigo peleando por cumplir mis sueños, todos aquellos que tenia antes de perder el rumbo, todos aquellos que quizá se complotaron y me dejaron sin fuerzas.
Pero veanme, no les tengo miedo, por el contrario tengo fortaleza para seguirlos cada día y trabajar para ir lográndolos de a poquito.
Serà lo que Dios tenga para mî
martes, 8 de agosto de 2017
SOLTAR
La psicóloga chilena Pilar
Sordo dice que las mujeres tenemos mayor capacidad de retención que lo hombres.
"Retenemos más líquido, sufrimos de estreñimiento con mayor frecuencia,
tenemos más celulitis, guardamos más cosas. Somos malas para tirar. Y esto también
se aplica a los recuerdos: tenemos una excelente memoria emocional, algo que a
los hombres no les conviene. Ellos están diseñados para soltar. Liberan más,
viven y olvidan, dan vuelta la página, pueden tener nuevas relaciones en
tiempos más cortos que las mujeres", explica con total sensatez.
Es esta diferencia
distintiva, la que obliga de por vida a las mujeres a tener que "aprender
a soltar" y dejar de hacer lo que nos hace mal. A saber delegar y pedir
ayuda. Y a los hombres, a aprender a retener y cuidar lo que tienen.
Por eso, para que no andemos
por la vida con una mochila sobrecargada (de cosas y gente), aquí van algunas
consideraciones:
- La paciencia tiene un
límite. Cuando sentimos que se ha traspasado, lo mejor es dejar al costado del
camino ese algo/alguien que nos agobia. Seguramente habrá otro/a que pueda
ocupar ese espacio vacío y que nos haga bien, en vez de generarnos malestar.
- Este proceso produce
tristeza. Pero madurar es aprender a soltar. Las pérdidas son necesarias para
crecer.
- No todo pasado fue mejor.
Este pensamiento peca de nostalgia en exceso. Una mirada optimista sobre la
vida es la que nos impulsa a creer que lo mejor siempre está por venir. Y esto
no quiere decir que olvidemos que si llegaremos a esa meta fue gracias a lo
vivido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)